A veces la belleza se concentra en cosas pequeñas, como es el caso de la especie de nenúfar “Nymphaea thermarum”. Su tamaño es de apenas 1 cm de diámetro y tiene pétalos blancos y el estigma de color amarillo. Más popularmente se le conoce como enano ruandés.
Su pequeño tamaño no ha evitado que pase desapercibido, todo lo
contrario, pues ya se ha visto inmerso en más de una aventura. La
primera en el año 2009, cuando botánicos británicos lograron salvarlo de la extinción, produciendo más ejemplares a partir de una semilla.
Ya había sido descubierto tiempo antes, en el año 1987 en Ruanda. Sin
embargo, en 2009 desapareció debido a las altas temperaturas.
La segunda, hace unos meses, en enero de este año, cuando alguien logró entrar en las instalaciones de los Jardines Kew de
Londres y se llevó sin ser captado por las cámaras dicho ejemplar. Pero
tranquil@, porque ya está en buenas manos gracias al gijonés Carlos
Magdalena, encargado de su cuidado hasta el momento.
Los jardines que mencionábamos antes, declarados patrimonio mundial
de la UNESCO en el año 2003, son los únicos en los que podrás encontrar
hasta 50 ejemplares.
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