martes, 9 de septiembre de 2014

El ramo de flores

Se acerca la época de celebraciones, y en especial, de bodas. En ellas todo tiene que estar a punto y existen algunos elementos que no pueden fallar: el vestido de la novia y por supuesto, el ramo de flores. ¿Sabes de dónde viene la tradición de llevar uno?
Se puede decir que todo comenzó por una cuestión de superstición, para que los futuros marido y mujer se mantuvieran bien lejos de los malos espíritus. Para ello cada novia tenía que atarse a la muñeca un racimo de flores, ajo e hierbas aromáticas. Algunas incluso se dice que se las comían para adquirir poderes afrodisíacos.
En Grecia y Roma tanto la novia como el novio acostumbraban a llevar un collar alrededor del cuello, hecho con especias e hierbas aromáticas que representaba la fertilidad y el inicio de una nueva vida. Durante la época victoriana las flores servían para que los novios se intercambiaran mensajes secretos, ya que cada variedad tenía un significado distinto.
En la Edad Media el primer baño del año se tomaba en mayo y se aprovechaba la llegada del verano para la celebración de las bodas. Para asegurarse de que las novias desprendían un buen olor, iban siempre acompañadas del ramo de flores.
Es en la Francia del siglo XIV cuando nace la tradición del lanzamiento del ramo, que tan acostumbrad@ estarás a ver en las películas.
A día de hoy, siguen existiendo algunas tradiciones alrededor de este elemento tan importante. Una de ellas, que el novio sea el encargado de comprarlo. Otra, que el padrino se lo entregue a la novia en casa de esta antes de la celebración del acto.
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